La envidia es un cáncer silencioso,
un fuego oculto que consume por dentro,
raíces venenosas que se aferran al alma
y la secan, hoja a hoja,
hasta dejarla marchita;
carcome el alma del que la sufre.
El envidioso mira con ojos de espinas,
anhela ser y tener lo que el otro tiene,
pero al no poder,
dispara sus dardos insidiosos,
murmura con lengua viperina,
y en su rencor,
se encierra en su propia prisión.
¡Cuidado, hermano!
La envidia es fiebre que quema,
es sombra que enferma,
es un pozo sin fondo
donde se ahogan los necios,
los que se disgustan con el éxito ajeno.
Levanta muros de soberbia,
acusa con mentiras,
despoja el mérito ajeno
para disimular su vacío.
¿Quieres crecer? ¿Quieres ser feliz?
Arranca la envidia de tu pecho,
riega en su lugar la gratitud,
y verás cómo florecen
los frutos de la paz.
No olvides que el dardo que lanzas
puede volver a tu pecho,
y que la luz nunca habita
en un corazón envenenado.
Edith Elvira Colqui Rojas - Perú
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Autor:
EdithElviracolquirojas (
Offline)
- Publicado: 28 de marzo de 2025 a las 15:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Poesía Herética, EmilianoDR, ElidethAbreu, Lualpri, Josué Gutiérrez Jaldin, Alexandra l, El Hombre de la Rosa, WandaAngel, alicia perez hernandez
Comentarios6
No olvides que el dardo que lanzas
puede volver a tu pecho,
y que la luz nunca habita
en un corazón envenenado.
Gran verdad en tus letras.
Saludos poeta Edith Elvira
Gracias Edith por tus letras de esa plaga llamada envidia.
Te ha quedad muy bien amiga.
Saludos cordiales.
Muy ciertas tus palabras.
Un fuerte abrazo de osito.
Mi querida poeta. Que gran tema has tejido. Que pena de los envidiosos, nunca llegan a tener lo que envían, no lo trabajan y creen que las cosas caen del cielo.
Abrazos Edith y gracias.
Mal consejera la envidia, que cada vez daña más y más a quien sufre ese mal, gran tema compartes que invita a reflecionar, gusto leerte.
Saludos, feliz tarde, noche, Alex.
Genial tu hermoso versar estimada poetisa y amiga EdithElviracolquirojas
Un fuerte abrazo desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
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