La coronación del alma.

La Coronación del Alma.

Antes de ti, mi reino era un desierto,

sin trono, sin gloria, sin rumbo cierto.

Un castillo en ruinas, sin luz ni bandera,

sin risa, sin magia, sin primavera.

Pero llegaste, radiante y divina,

con ojos de estrellas y voz cristalina.

Encantaste mis muros, sembraste jardines,

pintaste de oro mis grises confines.

Hoy eres mi reina, mi dulce corona,

la luz que mi trono por siempre entona.

Nuestro hogar es el palacio soñado,

con muros de amor, de besos sellado.

Yo, que sin cetro vagaba perdido,

hoy soy tu rey, por ti bendecido.

Pues más que un reino, me diste la vida,

y en tu abrazo encontré mi guarida.

Que reine por siempre nuestro latido,

dos almas unidas, un solo destino.

Mi reina, mi todo, mi encantadora,

mi amor infinito, mi eterna aurora.

Nelson Aburto Alemán.

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