Zarpamos mi tripulación y yo aquél verano
El sol irradiaba en nuestras caras, esa aventura pintaba a que no sería en vano
Nos adentramos en altamar mis miedos y yo y en aguas mansas nos relajamos
La paz y tranquilidad que en cada rincón yacia en aquella modesta balsa gozamos.
Recuerdo la noche anterior a mi naufragio
Se confirmo mi más grande temor,ese maldito presagio
yo que te creía flor de primavera
Resultaste flor de monte,menos que eso,una enredadera.No eras mundo nuevo eras una aventurera
Las explicaciones sobraron y con un beso de tus labios fríos como el hielo me despedí. Creo que te maldije, lo sé con certeza.
También sé que un amante por las noches le enciende una vela y a su recuerdo le reza
Mientras un Navegante descansa en una modesta balsa en agua mansa
Por qué sabe que...hasta el amor a manos llenas...cansa.
Héctor Franco.- El Navegante
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Autor:
[Héctor Franco] (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 29 de marzo de 2025 a las 03:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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