UN DADO EN LA TINIEBLA

Marcos Reyes Fuentes

Tu amor fue un dado en la tiniebla, 

Una apuesta jugada y  sin valor. 

Pronunciabas "te amos" como niebla, 

Y al eco se le olvidó tu voz. 

 

Rompías como hojas del otoño 

bajo un tacto de  tul y de cristal, 

y fingías que el mundo es solo un moño 

donde el dolor  que duele no es real. 

 

Eras un  ajedrez  sin  cera y sin tablero: 

Y movías  lo reyes de papel, 

mientras el corazón, que era un prisionero, 

Enfriado, aprendió a no creer en él. 

 

Hoy, tus besos,  tan solo son espinas 

Disfrazadas de  fiesta y de jardín, 

y yo, ceniza que queda en tus esquinas. 

Tu fuego se me extinguió por fin.

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