CONFESIÓN EL EL 70

JUSTO ALDÚ



El ascensor se cerró con un leve chirrido, aislándolos del bullicio de la planta baja del edificio donde estaban sus oficinas. Elena se apoyó contra la pared acolchonada, sintiendo el latido acelerado en su pecho. Llevaba años reprimiendo un deseo ardiente por Andrés, su compañero de trabajo. Había imaginado una y mil veces la escena perfecta para confesarse, pero nunca pensó que el destino le pondría una oportunidad tan clara. Estaban solos frente a frente, algo que jamás había imaginado. Nadie más abordó el ascensor que subiría al piso 70. 

Ya dentro, Andrés deslizó una mano por su nuca, incómodo con el silencio, mientras los números se iluminaban uno a uno. Elena mojó sus labios. Sabía que si no hablaba ahora, jamás lo haría. Sus ojos se clavaron en los de él y, con un susurro, dejó salir lo que por tanto tiempo había callado.

—Andrés…, dijo con voz casi quebrada,  te he deseado en silencio durante años. No sé cómo ni cuándo empezó, pero cada vez que te veo, siento que me consume esta necesidad de tenerte cerca. Sus profundos ojos de esmeralda se iluminaron y casi de inmediato sintió la turgencia de sus pechos bajo la elegante blusa ejecutiva.

El ascensor continuó su lento ascenso. Él parpadeó, sorprendido, pero luego una sonrisa se dibujó en su rostro.

—Elena… si supieras cuánto me ha costado no decirte lo mismo.

El corazón de ella se desbocó y lo abrazó muy fuerte.

—¿Me deseas? —preguntó con incredulidad, sintiendo cómo el calor subía a su rostro.

—Siempre lo he hecho —dijo él, acercando el rostro—. Pero nunca me atreví a decírtelo. Porque eres mi jefa y sentí temor de que lo tomaras como una falta de respeto… o peor aún, que me rechazaras.

Un leve temblor recorrió su cuerpo. Sintió una potente erección por todo lo que había imaginado, todo lo que había anhelado y estaba ocurriendo.

Las puertas del ascensor se abrieron con un sonido metálico. Estaban en el piso 70. Ninguno de los dos se movió. Se miraron, sabiendo que nada volvería a ser igual.

Elena respiró profundo.

—Entonces, ¿qué haremos con este secreto que ya no es tan secreto?

Andrés sonrió.

—Creo que podríamos seguir subiendo, si existiera un piso 71.

Elena soltó una risa suave. El juego apenas comenzaba. Ambos apretaron el botón de Planta Baja-Directo. Apagaron sus celulares. A la mitad del recorrido lo detuvieron con un truco que ella conocía, sin pensarlo mucho bajó sus bragas y se entregaron al amor sin medir las consecuencias ni importarles lo que el mundo hiciera o pensara. Ahora serían pareja y nadie podría separarlos por convencionalismos. 

 

JUSTO ALDÚ

Panameño

Derechos reservados / marzo 2025

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Comentarios +

Comentarios5

  • Lualpri

    Gracias por tus letras, estimado amigo Justo .

    Un abrazo.

    • JUSTO ALDÚ

      Muchísimas gracias Lualpri. Aquí estamos. Esta noche a escribir y editar.

      Saludos.

    • El Hombre de la Rosa

      La genialidad y la belleza de tu pluma alumbra tu genial prosa literaria estimado poeta y amigo Justo Aldú
      Recibe un abrazo de tu compañero y amigo en la poesía Críspulo
      El Hombre de la Rosa

      • JUSTO ALDÚ

        Gracias Críspulo, eventualmente escribiré poesía, por ahora me centro en narrativa.

        Saludos

      • Ricardo Elías Fara (República Argentina)

        Entre erótico e inocente, me ha gustado su escrito. Saludos cordiales.

        • JUSTO ALDÚ

          Gracias. Es solo un experimento de narrativa. No acostumbro escribir nada erótico, pero no lo dejo de lado. Un escritor, un verdadero escritor nunca deja de lado algo nada. La vida es todo.Incluso las fantasías.

          Saludos amigo y nuevamente te agradezco la visita.

        • Freddy Kalvo

          Suspenso romántico sensual, sexual y romántico!

          Un abrazo grande y fraterno mi estimado amigo JUSTO ALDÚ.

          • JUSTO ALDÚ

            Un placer como siempre Freddy.

            El abrazo es recíproco. Estoy luchando contra el sobrepeso jejeje. Ahora como cantidades de fruta. Creo que me afecta la líbido sobre el teclado.

            Saludos

          • pasaba

            Sublime! La suite por favor!

            • JUSTO ALDÚ

              X Dios amiga. ja, ja, ja. ja. Es lo que pensé después de escribirlo. Oye, pero la desesperación fue grande ji, ji, ji.
              Mira, yo nunca he sido tan .... así, pero he oído historias y la mente a veces juega con fantasías.
              Me gustó mucho tu sentido del humor. Con criterio formado.

              Gracias por leerme y comentar.

              Buen domingo.

              • pasaba

                Un gusto Justo, es in placer leerte y quedar en ese instante mágico que ese breve placer procura.



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