Te superé.
Ya no te suplico.
Me mataste en mayo del 24. Todo cambió.
Te lloré… te lloré hasta secarme por dentro.
Pero con el tiempo… me recuperé.
Y justo cuando andaba buscando calor,
cuando por fin había sobrevivido a ti,
te encontré.
Y sin decir una sola palabra, me quitaste las fuerzas.
Me acordé.
Me acordé de los tiempos pasados…
del vínculo que construimos,
de la confianza que costó ganar.
Y de cómo todo ese esfuerzo se desvaneció,
solo por un malentendido que nos separó cinco meses.
Yo te busqué sin saber qué buscaba.
Te busqué en botellas sin fondo,
me escondí en sueños llenos de ilusiones infantiles.
Sentí de todo,
menos odio.
Nunca perdí la esperanza.
Y en mis momentos de soledad, reflexioné.
Y llegué a esto:
“Por un momento, se me había olvidado lo que se sentía amarte con toda mi alma…
con toda mi esencia.
Pero ya me acordé.
Y creo que ya lo superé.”
Las cicatrices se volvieron armadura.
Y el silencio, ese maldito silencio, cortaba el aire
mientras me llevabas a la puerta.
Ahí, lo último que me quedaba…
te lo dejé en la cara:
“Cuídate, flaquita.
A veces lo que más deseamos no nos pertenece.
Y aunque uno se revuelque por dentro…
hay que aprender a soltar lo que nunca quiso quedarse.”
-
Autor:
F0rtyFred (
Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2025 a las 12:07
- Categoría: Amor
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Rick Robles, EmilianoDR
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.