DESEOS ROTOS

DESEOS ROTOS

¿Acaso mi amor no fue suficiente?
¿Me convertí en nada más que el eco
de una canción que jamás terminaste de escuchar?

Te di todo: mi alma, mi cuerpo, mi razón de existir,
y ahora solo soy un tatuaje que el tiempo desdibujó en tu piel.

Me diste promesas que se disolvieron en el aire,
como tinta en el agua,
y ahora me ahogo en las cenizas de un incendio
que solo yo intenté apagar.

Sé que debo soltarte,
pero te llevo incrustado en mis costillas,
y cada intento de liberarme
es como desclavarme un anzuelo del pecho.

No es que no pueda dejarte ir,
es que me muero por dentro al ver
que tú ni siquiera notaste
cómo desaparecía en mi propio dolor.

¿Soy egoísta por pedirte
que no me olvides,
cuando ya me has borrado
como una firma en papel mojado?

¿Soy cruel por desear
que el vacío que dejaste en mí
te visite en las noches,
que cada "te amo" que nunca respondiste
se enrede en tu garganta
como un nudo imposible de tragar?

Lo intenté, te lo juro,
pero intentar salvarnos fue
como gritar bajo el agua,
como encender una vela en medio de un huracán.

Cada "te extraño" fue un susurro
que el viento se llevó antes de que llegara a ti,
y todo lo que obtuve a cambio
fue tu indiferencia,
un silencio que creció entre nosotros
hasta volverse abismo.

Quizá mi error fue pensar
que me amabas tanto como yo te amaba.
Quizá mi error fue creer
que mis lágrimas serían suficiente
para despertarte de tu ceguera.

Y ahora, aquí estoy,
perdiéndome en lo que nunca fue,
intentando recoger los pedazos
de un amor que crujió bajo mis pies
como vidrio molido.

Me quedo sola,
con la sombra de tus manos en mi piel
y tu ausencia en mi alma.

Te olvidaste de mí
antes de que pudiera olvidar
la forma en que me decías "te amo"
como quien repite un número de teléfono
que nunca piensa marcar de nuevo.

Y yo, aquí,
siguiendo rota,
esperando que el amor que te di
algún día se clave en ti
como un dardo envenenado,
y entiendas, por fin,
lo que significa arder por dentro.