Soñando contigo.

Necesitaba verte, hablarte, saber que tu voz me leía, que eras capaz de ver esto a través de mis ojos.

Necesitaba tatuar al papel con tu memoria.

Tener tu aliento alimentando mis mañanas, saber que tu olor aun llegaba con el deseo de ser cantada. 

Necesitaba ser rápido o capaz te quedabas aquí, un verano más.

Fue que el lienzo tomó tu figura, fue el tocarte, fue que me acaricies.

Necesitaba tener este arranque de ti, no podía seguir cuidando este fuego de saber tu nombre en braille, de cuidar tu memoria en cartas acurrucadas en poesía; de cultivar tu gerberas y verte plena.

Necesitaba el dolor de verte lejos, de escribirte fuerte y mi mano reclame sea cuidada por las tuyas.

Necesitaba ahogarme para que tu aire me de vida, esa vida de tenerte una noche eterna de agosto; una cálida noche de diciembre y no un frío adiós en mayo.

Necesitaba este vino, necesitaba ser valiente, ser yo mismo y dejar de hacerme el fuerte un minuto y ser vulnerable ante ti, como no había ocurrido.

Necesitaba tanto esto que hoy tengo el corazón adormecido.

Adormecido soñando contigo.