No supo si fue por celos
que el vil traidor lo hizo,
confiado que no tocaría un pelo,
o estaba bajo un hechizo?
uno que te hace cometer locuras,
que te confunde entre sombras y neblina,
y en medio de oscuras dudas,
te arrastra a cruzar las líneas.
No fue el odio, tampoco el despecho,
fue el amor, retorcido y herido,
que albergaba en silencio en su pecho
un dolor que jamás fue entendido.
El dolor no curado,
Sin saberlo —o sabiéndolo incluso—
hizo daño, ¿cómo no saberlo?
Pero a veces la mente, en su impulso difuso,
bloquea el control y cuesta reconocerlo.
Y así cayó, sin red y sin testigo,
en su propio abismo de espejos quebrados,
porque el hechizo, cruel y enemigo,
no sólo atrapa... también deja marcado.
Gerald Flores
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Autor:
Gerald Flores (
Offline)
- Publicado: 5 de abril de 2025 a las 23:00
- Categoría: Triste
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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