Confidencias ante la vela

Romey


AVISO DE AUSENCIA DE Romey
Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.


La pura acción irrazonable,
efectiva la batida de un ala,
la luz desorbitada, su cauce 
abrupto, el apuro, se palpa

en la urbana jungla humana
la marca sangrante, el ultraje
Y la gente pasa sin pararse 
a mirar a quien triste yace,

a un ángel que pide pasta
para dársela a los parias
que acompañan cada mañana
sus divagaciones ingrávidas

con ásperas voces amargas,
trompetas, tambores, guitarras...
y alguna joven gitana
que jamás deja de bailar

 

 

Es triste, lamentablemente,
me sentí terrible al verte
ahí, indiferente a mí...
Te pregunté si me amabas,
y me dijiste que sí,
que siempre... Palabras
disociadas de la realidad:
soledad, no me dabas nada más,
pero ya la tristeza me saciara
aqueyas desesperadas ganas de amar

 

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