Cuantos pensamientos viven en nosotros,
cuantas emociones emergen sin saberlo,
simplemente están y abren una puerta
que no puedes cerrar
porque no encuentras las llaves
de su historia.
Parece un cumulo de arbustos
de espino. ¿Quién los sembró?
“No recuerdo haberlas aprendido,
quizás,
viven en mi como mis huesos,
se clavan frases sin llamarlas,
“El amor deja heridas”
“No te fíes”
“Al final, todo se paga”
una brisa antigua,
que herede de alguien.
Al final me digo
no fui yo,
quizás yo sea rama de un árbol
de siglos,
y la savia alcanza mis venas,
¿Tanto dolió?
Espero ser el final en algún instante.”
Pero,
Entre las grietas que dejan
las frases de un pasado no aprendido,
una pequeña flor silvestres trepa
en ti,
es tu voz que murmura
pero no calla.
“Recuerdo unos ojos tristes,
pero no su rostro,
soy parte de un árbol,
soy parte de la savia,
pero también
soy parte del amor.”
Pero, estas cerca del final,
cuando la voz heredada calla,
Escuchas tu voz,
Miras tu rostro.
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Autor:
OscarCampos (
Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2025 a las 01:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z.
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