La memoria de tu voz, esa melodía que una vez fue mi canción cada manana, ahora se ha convertido en un verdugo implacable, un eco constante que atormenta mis pensamientos. Cada mañana, al despertar, el recuerdo del calor de tu piel se convierte en un castigo, una tortura que me consume desde adentro.
Extrañarte es un dolor que se ha vuelto insoportable, una espada afilada que me corta con cada respiración, cada latido de mi corazón. La ausencia de tu presencia se ha convertido en una prisión solitaria, un confinamiento de mi propio ser.
Incluso en los momentos en que intento escapar de esta celda de soledad, cuando busco refugio en la vastedad del cielo, no puedo escapar de tu recuerdo. El cielo mismo parece teñirse del color canela de tu piel, y las aves, con sus trinos melodiosos, parecen cantar tu nombre en una sinfonía interminable.
En cada rincón de mi mundo, en las cuatro paredes que me rodean, veo tu rostro reflejado, una imagen persistente que me atormenta. Las curvas de tu sonrisa, una vez fuente de alegría, ahora son un recordatorio constante de lo que he perdido.
Y así, atrapado en esta agonía, me pregunto si alguna vez podré escapar de la prisión de tu recuerdo, si alguna vez podré encontrar la paz en un mundo donde tu ausencia es una presencia constante.
-
Autor:
Loco De Amor (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 9 de abril de 2025 a las 16:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Carlos Armijo Rosas...✒️, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, EmilianoDR
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.