Estoy cansado,
decía el vagabundo,
ante la iglesia.
La vieja puerta
oía sus lamentos
desde el silencio.
El templo fresco
y oscuro, le invitaba
a descansar.
Buscando un banco,
en él sentó su cuerpo
y descansó.
Rezó, sin prisas,
en diálogo a los cielos,
en un susurro.
Y descansó
su cuerpo, amodorrado,
por largo viaje.
Muchos kilómetros
habían recorrido
sus largas piernas.
Y precisaba
del alto en el camino
y un buen descanso.
Soñó, despierto,
con nuevas primaveras
y mariposas.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/04/25
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Autor:
Pyck05 (
Offline)
- Publicado: 10 de abril de 2025 a las 03:41
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, MISHA lg, JAGC, Alexandra l, Texi
Comentarios1
cargadas de besos en sus alas
belleza de letras poeta
gracias por compartir
Y precisaba
del alto en el camino
y un buen descanso.
Soñó, despierto,
con nuevas primaveras
y mariposas.
besos besos
MISHA
lg
Gracias Misha.
Abrazos
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