Al principio, el cielo era un susurro,
un velo en calma sobre el horizonte,
la luna tejía su luz sin apuro,
Mientras la sombra guardaba su monte.
El alba, en su grito, rasga la bruma,
un hilo dorado despierta la piel,
la sombra huye, se dobla y se esfuma,
la luz la persigue, le da su papel.
Las sombras reposan en viejas memorias,
en huellas que el tiempo no quiere borrar,
la luz las encuentra, les cuenta historias,
de días que mueren y vuelven a andar.
Así van danzando, sin dueño ni olvido,
la sombra que cubre, la luz que desvela,
dos fuerzas en juego, un ciclo infinito,
como el mar y el viento, la vida en espera.
Gonci
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Autor:
Gonci (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 10 de abril de 2025 a las 12:05
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR
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