Caminé junto a ti sin que tú lo supieras,
tomado de la mano de tu triste ausencia.
Conversé con tu silencio para que me oyeras
y el mar me regaló su hermosa presencia.
Me aferré a la caricia fría de la brisa
y desnudé mi alma llena de un dulce amor.
Le pedí a la noche me ofreciera una sonrisa
y al mar tranquilo se llevara mi dolor.
Divisé a lo lejos la luz de tu mirada,
cercana con tu ausencia… lejana, muy lejana.
Lloré como un niño a su madre amada,
y el mar fue para mí tu abierta ventana.
Y de tu mano ausente sentí tu caricia tierna
y el fuego de este amor resurgió de sus cenizas.
Caminé junto a ti, conversando con tu ausencia
y el mar me prometió volver a disfrutar de tu sonrisa.
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Autor:
Asel (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 11 de abril de 2025 a las 00:56
- Categoría: Amor
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
Y de tu mano ausente sentí tu caricia tierna
y el fuego de este amor resurgió de sus cenizas.
Caminé junto a ti, conversando con tu ausencia
y el mar me prometió volver a disfrutar de tu sonrisa.
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Que hermoso cuando un amor ausente RESURGE DE LAS CENIZAS... es la fuerza que da el AMOR, el destino que junta dos vidas en una tierna caricia, puede haber ausencia pero tambien mucho AMOR. Placer de lectura cuando hay mucho amor eso se siente en su lectura. Saludos, poeta Asael
Gracias por tu comentario y por siempre pasar para leer mis escritos. Así es el amor cuando está arraigado en lo más profundo del corazón. Saludos poetisa Alicia.
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