Qué distancia tan grande implica escribirte
con teclado, y verte remota en la pantalla.
Porque eres un constante nacer y morir.
Cuando ves la primera luz eres puro instinto.
Eres un cuerpo robusto
que puede llamarse a sí mismo cuerpo
porque simple y complicadamente estás compuesta.
Existes.
Sujeto: tú.
Verbo: tú
Objeto: tú.
Pero en la medida en la que existes, vives,
porque es una constante inminencia tu muerte.
Porque al repasarte puede haber una conexión inexacta
que me saque de ti, que grite que no eres tú,
a pesar de que te sostengas sin ayuda
en medio del papel.
Porque puede que lo que tengas que decir
con esa aparición,
insistiendo en la existencia,
sea tan solo lo que podría ser.
Lo triste no es que existas, que vivas, que te empeñes
a través de mis manos.
Lo triste es que cuando mueres, cuando te muero,
rara vez quedan huellas de la que fuiste,
de ese primer impulso de mi sangre
que hizo de mi carne tu verbo.
-
Autor:
asegura1617 (
Offline)
- Publicado: 11 de abril de 2025 a las 16:06
- Categoría: Amor
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid, EmilianoDR
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.