Al amparo de la oscuridad,
escruto tu estampa.
Me reconforta esa lejana presencia
envuelta por sombras, donde las ansias
trazan descargas.
La noche es refugio y nos envuelve.
Percibo el aroma distante de tu piel cobriza,
mientras irradio mensajes
desde el incandascente límite orgánico.
Adivino tu pulso, tu espectativa.
Vibro en la misma sintonía,
porque el tren de los deseos que nos transporta
circula por un sólo carril.
Y puedo
captar el gesto seductor
cuando recogés tus cabellos,
y los pensamientos urgentes que te inquietan
y me agitan. Mudamente.
Lo maravilloso de conectarnos
es que no hacen falta palabras
ni recintos espléndidos,
para descifrar la clave de la necesidad
y el deseo,
basta con el magnetismo del aire cálido
que nos separa.
¡ Embriaguemos a luces intrusas
para que cesen su fulgor !
En la densa intimidad
nuestro ritual cobra vida.
Y así,
convertidos en cerrada bruma
nos amalgaremos hasta desaparecer.
Huyendo del alba
- Autor: Albin Lainez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de noviembre de 2010 a las 20:53
- Comentario del autor sobre el poema: flores de primavera en sangre y disposición
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 64
Comentarios1
Hola...
me gusta su escrito ... la descripción del deseo cuando pulula en el aire, no hace falta nada más que estar, como bien lo dices, en la misma sintonía.
abrazos
te doy gracias por el comentario, Flaca. Que pases un buen día
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