Cuando ya no estés

cuando ya no estés

la noche dejará de tener sentido

y el insomnio se me sentará en el pecho

como un gato que araña pero no maúlla.

habrá platos sucios,

fotos con polvo,

la música sonando a lo lejos

como una carcajada vieja

que nadie quiso escuchar.

cuando ya no estés

me pondré tu ausencia como abrigo

aunque me quede grande

aunque me congele.

seguiré hablando contigo en voz baja

como quien reza en un cuarto vacío,

esperando respuestas

de una fe rota.

cuando ya no estés

las palabras se volverán

más densas que el vino

y más frías que tu adiós.

saldré a caminar por avenidas

que alguna vez pisamos juntos

y cada paso será una confesión,

cada banco una herida.

me dolerán los libros

que no leímos,

las películas que prometimos

y no vimos,

los poemas que se me quedaron

en la garganta

por miedo a que te fueras.

cuando ya no estés

escribiré tu nombre

en servilletas,

paredes,

esquinas,

como si aún importara

que lo sepa el mundo.

y si un día regreso

a aquel lugar donde fuiste feliz,

me quedaré de pie,

sin pedirle nada al viento

porque ya te lo llevó todo.

cuando ya no estés

yo tampoco estaré del todo.

seré sombra,

eco,

una forma vaga de mí mismo

repitiendo tu nombre

como quien aprende

a olvidar

a fuego lento.