"La Tortura de Voz que Me Eriza"

Ahora que tu voz resonante en mi mente,
¿qué hago con la prueba de una llamada?
Que quise que incendiara el presente,
¡ah, pero no fue en vano!, pues la amada

guarda algo de mí que anhela en secreto,
algo que busca en la sombra y el viento,
algo que poseo, un sabor discreto
que en sus labios hallará su momento.

Así sea una transacción lo que me haga
escuchar tu voz, moneda de este juego,
así sea una entrega, tenue daga
de luz, la que dibuje tu sosiego.

Cada vez estoy más cerca de aquella
mujer "perfecta" – ironía bella,
pues la perfección reside en la huella
de un deseo que mi alma atropella.

Su cabellera larga, noche tinta,
cascada oscura que mis sueños pinta,
y su sonrisa, pícara, distinta,
voraz promesa que mi ser desminta.

Palabras libres fluyen, cual torrente
que arrastra las dudas de mi alma errante,
coherentes en su musical presente,
evocando un instante delirante.

Sensaciones de seda y de tormenta,
imágenes vívidas en la memoria,
emociones profundas que fermentan,
insinuando una oculta trayectoria.

Al leerlas, se crean paisajes secretos,
detalles que palpitan en la sombra,
más allá de los dichos directos,
un enigma que el corazón asombra.

Quizás la transacción sea un pretexto,
la entrega, una excusa delicada,
para sentir de nuevo aquel contexto
donde su mirada era mi alborada.

Y en esta búsqueda, con ironía,
me acerco a la dueña de esa energía,
la de la sonrisa que, noche y día,
me roba el aliento con su picardía.

JTA.