USTED ME DESEA.
Y bien Señora:
Usted me desea en su lecho
y yo la siento en el mío.
Más no deje su deseo en hastío,
ni el suspiro atorado en su pecho,
que yo así, sin saciedad, la ansío.
Sepa que esta libido no es virtual,
cómo no irreal el ansia de amarla,
y es tan mía que no puedo olvidarla,
como el río no olvida, su franco caudal.
Suéñeme en los secretos de su alcoba,
y lléveme a los silencios de su sueño
séame el desvelo que el sueño me roba,
cual ladrón, que lo ajeno hace dueño.
Yo sé que no le pertenezco,
ni usted… Me pertenece.
Más eso: No es del todo real.
Porque el amor no es pertenencia,
ni se encierra en contrato nupcial,
prevalece ante distancia y ausencia
y por, sobre todo: Se yergue triunfal.
Ámeme todo lo que quiera o pueda,
la amaré con más amor que placer
tome lo mucho o poco que le queda
y haga suyo… Lo que crea poder.
Yo Señora: La haré mía del todo,
aún no la pueda, conmigo tener,
pues en mí está y de algún modo.
Vive en mí… Al despertar o yacer.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA.)
Guatemala, abril 13 del 2025.
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Autor:
VICTOR SANTA ROSA (
Offline)
- Publicado: 14 de abril de 2025 a las 01:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
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