¡Cuán doloroso el llanto
de aquellos que lo amaban
cuando en monte sombrío
se lo crucificaba!
¡Y qué hiriente la risa
de aquellos que lo odiaban,
viendo que tiernamente
al Padre suplicaba!
De Ti, Señor, la sangre
que en el polvo dejabas
se hizo a la eternidad
toda nuestra alabanza.
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Autor:
Enrique Fl. Chaidez (
Offline)
- Publicado: 14 de abril de 2025 a las 04:17
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Classman, Antonio Miguel Reyes, Llaneza, EmilianoDR, JAGC, Emilia🦋, Josué Gutiérrez Jaldin, JUSTO ALDÚ, El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, pasaba
Comentarios3
Bonito versar amigo Enrique.
Un abrazo
Gracias, Antonio. Me alegra que te haya gustado,
Un Abrazo.
Gracias Enrique por este poema a los eventos de una semana reflexiva.
Saludos cordiales.
Gracias, amigo Emiliano, por tu amable comentario y presencia en mis versos.
Saludos cordiales.
Tu preciada pluma borda las estrofas de tus versos poeta y amigo Enrique
Saludos afectuosos desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
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