Permíteme creer, suaviza esta desesperación, despliega tus mantos divinos y hazme creyente de nuevo de ti.
Dios, demonio, angel; ¿Cuál deseas elegir?, extensiones de cualquieras y bastas de aquello que me haría morir, coreo llenas de aleluyas por un toque agraciado, santificado el pecado, erradicando las blasfemias, todo jamás sea de un testimonio falso, en mi alma prometo guardar.
¡Bendito sea cada pliegue!
¡Bendita sea tu aliento!
¡Bendita sea tu mano!
¡Bendita sea tu rosario!
Ardo en un extasiado, creo firme y ciega, en lo que veo, como del polvo he nacido, al polvo volveré, temo regresar a dónde pertenecía, por eso extiendo mis brazos, déjame recaudar el hogar, al que estima mi opositora oscuridad.
-
Autor:
Lorena (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 15 de abril de 2025 a las 00:09
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema le pertenece a una amiga y me dijo que lo compartiera con vosotros.
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Josué Gutiérrez Jaldin, El Hombre de la Rosa, alicia perez hernandez, DRM, Emilia🦋, Neftalí Liriano
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.