Esperanza y  Amor 

En el alma, un jardín secreto florece,
donde la esperanza, con suave voz, acontece.
No es vana ilusión, ni sombra fugaz,
sino luz persistente, que el alma tenaz
abraza en su pecho, con firme calor,
un canto silente, que infunde valor.

Como un faro en la noche, su brillo sereno,
rasga la tiniebla, disipando el veneno
del miedo y la duda, que intentan sitiar,
mostrando el camino, invitando a avanzar.
¿Y cuál es la meta, tras tanta andadura?
No solo la cumbre, ni etérea figura.

La esperanza nos guía, con firmeza y tesón,
pero el premio más dulce, es la fiel conexión.
Aquella mirada que en silencio comprende,
la mano que aprieta, y el alma que asciende
junto a la otra, en sendero empinado,
un amor compañero, regalo preciado.

En tiempos de sombra, cuando el alma se anuda,
la esperanza emerge, cual savia desnuda,
trepando por muros de dura aflicción,
buscando el resquicio de nueva estación.
Y en ese camino, no estamos en soledad,
un lazo nos une, con fuerza y verdad.

No solo los hijos, brotando del ser,
son fruto y promesa que debemos querer.
Sino aquel que camina, a nuestro costado,
un alma gemela, en destino enlazado.
Más allá del título, de esposa o de par,
un cómplice eterno, dispuesto a luchar.

En mi propia historia, su fuerza he sentido,
un ancla segura, en mar embravecido.
En cada mañana, su aliento sutil,
me impulsa a la lucha, con renovado brío.
Y sé que a mi lado, un amor florecerá,
no solo pasión, sino alianza que da
la fuerza en la pena, el gozo compartido,
un premio constante, jamás extinguido.

Así celebremos, con júbilo profundo,
esta hermosa esperanza, que al mundo inunda.
Un lazo invisible, que une corazones,
sembrando confianza, borrando temores.
Y junto a la esperanza, alcemos la voz,
por el amor compañero, que nos da su sol.
Que su luz nos abrace, en cada jornada,
¡la hermosa esperanza, en amor coronada!    
                                                         
                 JTA.