El calor ha descendido,
el invierno, agazapado,
se atreve a volar contra
corriente, y el pájaro acos
tumbrado de mi ventana
me pregunta, y su pluma
se torna escasa al equili
brio que en su cuerpo la
temperatura suele, y me
mira perplejo, como no sa
biendo el motivo de este
descenso repentino, como
arrepintiéndose del viaje
que desde tierras africanas
emprendió, familia en ristre,
para procrear otra vez, al ca
lor del calor que en esta mi
tierra por estas fechas suele
derramarse por las horas...
Descendió ayer, lo noté
como una sorpresa no sor
prendente, o mejor dicho,
no placentera porque me
cogió como en bragas, en
manga corta, tal que en esas
duchas en las que el agua
desaparece del grifo con el ja
bón campando a sus anchas
por un cuerpo aterido, sin defen
sa ante el enemigo, a su merced.
Voy, mientras escribo, a extender
sobre mis hombros una toquilla,
como la llaman aquí, no sea que
acabe resfriado antes del punto
y final.
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Autor:
Albertín (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 16 de abril de 2025 a las 07:51
- Comentario del autor sobre el poema: Eso le escribí a mi niña, y ella, como no podía ser de otra manera, lo leyó.
- Categoría: Carta
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, El Hombre de la Rosa, Pilar Luna
Comentarios2
Descendió ayer, lo noté
como una sorpresa no sor
prendente, o mejor dicho,
no placentera porque me
cogió como en bragas, en
manga corta, tal que en esas
duchas en las que el agua
desaparece del grifo con el ja
bón campando a sus anchas
por un cuerpo aterido, sin defen
sa ante el enemigo, a su merced.
Siempre un gusto pasar a leerte poeta...
Saludos !
Mi rollo es muy cortazariano, como jugando, como el hacía...
....lo había notado...me encanta leer a Cortazar...
Mas bien escobariano amigo.
Saludos hermano
Jajajj. Claro, afortunadamente no imito, porque imitar es más trabajoso que dejarse llevar. Digamos que me identifico con el rollo de Cortázar, el más juguetón, el más espontáneo, y en él me veo reflejado. Al final es eso lo que somos, trocitos de otros hechos nuestros, o más bien nosotros definidos con la ayuda del ejemplo palpable de otros, de ahí la importancia de conservar la obra de los que nos preceden, nos acompañan y nos sucederán. Un abrazo bróder querido.
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