Así como el hereje se rebela
de su doctrina, pronto es condenado
sin luz a los abismo de su espíritu.
Así voy por la vida de poeta.
Así como acarrea piedras un
niño junto al riachuelo y en su intento
no claudica jamás. Así tantean
mis manos, las dos manos del dolor,
que son brisas de sangre que respiran
bajo las alamedas de la noche:
rosales negros, ondas de estridencias
que se graban...el corazón y el seso.
Estoy en este otoño de armoniosa
desolación; entrando en resonancia
de una lluvia que toca mi cenit.
¡Oh, qué bien se siente esta soledad!
Derechos reservados de autor
John Morales Arriola
-
Autor:
John Morales (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 16 de abril de 2025 a las 12:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Emilia🦋, El Hombre de la Rosa, ElidethAbreu, Pilar Luna, EmilianoDR, Mael Lorens
Comentarios2
Poeta John, la soledad es amiga y no nos deja.
Gracias por sus letras.
Abrazos.
Muy buenas tus letras John.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.