A menudo, las palabras
son más densas de lo que aparentan
no son completamente verdad,
pero tampoco mentira
solo son supuestos de quien las aspira.
Fluctúan, en el viento, significan:
Paraísos que parecen eternos,
la condena, el infierno y mucho más…
Viajan libre y esclavizan
Atestiguan las promesas de mar.
Se disfrazan o se visten de etiquetas:
sustantivos, adjetivos, determinantes,
clasificadas, ordenadas, obedientes.
Pero ¿cómo se puede clasificar el amor?
si ese no entra en diccionarios.
Tu "te amo" no fue pronombre,
la conjunción que nos unió
es hoy una triste preposición: sin.
No puedo dividir el discurso dicho
en simples o compuestas palabras.
¿De qué me sirven los lexemas,
si cada uno suena a traición?
Que la sintaxis se rompa,
y que se pierda el sentido
de mi razón para vivir la vida.
No importa si fue palabra llana,
o aguda, o si el adiós se deslizó
suavemente en la última sílaba
igual corto con filo escondido en voz,
de quien no quiere herir.
La sobreesdrújula fue sentencia
y el imperativo rompió el corazón
su acento fonológico partió mi ilusión
sin importar el tiempo verbal
este se fue a infinito que se repitió.
Tu amor fue un monosílabo,
uno en un millar que encendió mi fe,
y una bisílaba que sembró mi esperanza
pero fue la trisílaba del huracán
la que borró tu amor del mapa.
Que se calle la semántica,
que se hunda la pragmática,
si ya nos separó
el más cruel de los signos:
el punto final.
Las palabras, dicen,
se dividen en categorías
y toda esa parafernalia académica
que no sirve de nada
cuando te dicen adiós
Que si determinante, conjunción,
preposición y que sé yo…
triste filólogo del cariño,
que clasifico de eterno
como error de principiante
lo que será para ti un recuerdo.
No pude etiquetar tu adiós
ni por su morfología ni por su sintaxis:
es más complejo que un verbo irregular,
más frío que un abstracto sustantivo
más fiero y duro que el dolor más fulminante.
Acentuaste la despedida
como si el tono hiciera a la herida
más elegante, hasta en eso
gramaticalmente impecable.
¿Y yo, qué hago ahora con los fonemas
que pronuncian tu nombre en mi cabeza?
Al diablo la gramática
Tú y yo fuimos sintaxis rota,
el verbo amar perdió su raíz,
y mis lágrimas, su estructura
que se derraman en presente continuo.
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Autor:
Isel (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2025 a las 13:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, EmilianoDR
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