La dama de la noche, estaba en el patio interior. No se dan todos los años, la cuido mucho para que esté a la sombra y no coja heladas.Cuando se abre en flor, con su aroma tan perfumada, me siento profundamente agradecida, reconfortada, porque ella me premia, me alienta pensar que tengo mi recompensa. No miente, no tiene que aparentar nada. Solo ella, se abre por una noche y nada más es fragante, sincera con sus pétalos blancos y hojas ovaladas. Me hace un guiño, también entre las otras plantas, las alienta, así como tener buena predisposición, para que sigan creciendo. Humanamente dichosas, las plantas como seres vivos que son, espectaculares y distantes de las frivolidades. A ellas las cuido, otras veces les canto, les arrullo una canción de cuna- En los inviernos las cuido como mi propio ser, le doy cariño a su manera: agua, poda o pulverizar sus hojas cuando se cubren de tierra. Son delicadas y susceptibles a los cambios drásticos de temperatura. Un año tuve un jazmín del Cabo, estaba lleno de pimpollos y se inundó la casa con su aroma. Al año siguiente algo le pasó, comenzó a quedarse mustio sus hojas amarillas, no habían cuidados, ni toda la dedicación que le pusiese y murió. No llegué a llorar, pero mucho hubiera querido. Porque para mí las plantas son una infinita compañía, demandan muy poco y son muy simples.
(rosi12)
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Autor:
rosi12 (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2025 a las 14:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
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