Un día fui una tumba,
bajo el césped naciente de primavera.
Un día juré muerte ante la vida,
en la marchita azucena,
donde el alma iba perdida.
Jamás encontraría paz
en el corazón que muerto está.
En ella llegó la luz fugaz
que hizo su corazón una orquesta.
Por fin, el alma desfallecida
pudo navegar en un mar de mariposas
y decir "Ha llegado a mi vida
las albas gloriosas
que iluminan mis días"
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Autor:
anyal (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 17 de abril de 2025 a las 19:20
- Comentario del autor sobre el poema: Para todas aquellas personas en las que la melancolía vive en el alma, que se ha vuelto una parte de nosotros, hoy les dirijo este poema desde el lado más melancólico y anhelante de una persona. Espero que lo disfruten, ya que este es mi primer poema que publico.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Augusto Fleid, Josué Gutiérrez Jaldin, Tommy Duque, Lualpri, José Antonio Artés, alicia perez hernandez
Comentarios2
Ánimo hermanita, me gusta lo que escribiste.
Es un poema muy bonito y con una carga simbólica profunda. Saludos.
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