Parto en su camino como sudo su temor,
cual arte en un manicomio, deduce mi razón
que embulle tenue en su vil cerebro criptón
para usarme como arma ante mi propio amor.
Si él soy yo, porque su voz dibuja mi rostro al revés
y al verlo en un espejo con justa timidez, explota,
dando prisas a unos ojos que no quieren ver y, a su vez,
besa la culpa con distante placer que mi cuerpo no nota.
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Autor:
Oliver.C.L (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2025 a las 23:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, alicia perez hernandez
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