Caos Juvenil

Oliver.

Parto en su camino como sudo su temor,
cual arte en un manicomio, deduce mi razón
que embulle tenue en su vil cerebro criptón
para usarme como arma ante mi propio amor.
Si él soy yo, porque su voz dibuja mi rostro al revés
y al verlo en un espejo con justa timidez, explota,
dando prisas a unos ojos que no quieren ver y, a su vez,
besa la culpa con distante placer que mi cuerpo no nota.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.