El ultílogo

Siempre he estado contigo, ¿acaso no lo has notado? Soy el viento, soy la brisa que roza tu cara, soy el arrebol que se impronta en el cielo. Soy el tiempo, soy el espacio, soy el universo a tu alrededor. ¿Acaso no lo entiendes? Soy una rosa, soy un clavel, soy la representación pura de cualquier cosa. ¿O qué es lo que quieres? Puedo ser luna, puedo ser sol, puedo ser una estrella que deslumbre tu corazón... ¿o es que no quieres querer?

Podría ser mar, podría ser luz, podría ser el atardecer que abrigue tu regazo. Pero no puedo ser quien te vea reír sin ser yo quien lo provoque; no puedo ser quien te vea feliz sin ser yo quien admire el brillo de tus ojos; no puedo ser quien te vea despertar sin ser yo quien te despierte. Porque, al final, no sé si pueda ser suficiente para poder siquiera admirar de cerca algún trozo de tu vida.