Pequeña...

Mi pequeña
La madrugada se volvió penitencia
Mi sollozar música 
Y un regalo tuyo de indiferencia 

¿Por qué nada dura para siempre? 
Es que la definición ni existe, ni hay algo que lo compensa
En ese mismo dilema reposo mi sueño 
Pensando en que será de lo alguna vez llamado nuestro
A donde irá lo no pensado, dicho y realizado
¿Qué será de lo sentido?
Si solo por uno es afianzado

Mi pequeña
El mundo es malo 
Quizás en algún momento intercambié papeles 
De victima a victimario 
De domestico a bravío
Y de idealista romántico a un ser frío 

Si el fin justifica los medios
Entonces qué justifica el fin?
Pues comprender que mi accionar en egoísmo 
No lleva a nada bueno 
Me llevó aceptar que el amor es simple sentimiento pasajero

He sido en esta vida dañado 
Y por inercia normalicé el hacer daño
Quizás en matices de pensamiento tuyo fui hasta ahora perfecto
Pero no puedes pintar sobre un oleo hecho

Vuelve... Vuelve por favor vuelve
Que las horas se ensañan en atormentarme
Y los momentos de paz van de la mano solo contigo
En esta madrugada de pesadillas no guardo consuelo
La ventana está abierta, la puerta sin seguro a tu espera
Y solo necesito un mensaje tuyo de respuesta

Un sinfín de tristezas anudan ahora mi cuello
Y un abrazo bastaría para calmar todo esto
Es quizás que te di asco y con mayor razón lo acepto
Quise ser mejor pero el pasado condena y persigue
Y considero que si decides partir estaría pagando todo lo cometido

Mi pequeña
La mañana se asoma y aún no me dices nada
¿Será que soy mala persona?
La temperatura baja y solo quiero tu cuerpo de abrigo
Un beso que sepa a deseo puro
Y un sentimiento de compromiso
Quiero verme en esos ojos tuyos
Sentir tu mano minúscula y tu corazón enorme

Mi pequeña amada
Las agujas del reloj están llegan a la mitad
El día se pronuncia pero tú no
Perdón por ser todo esto
Pero creo que las cosas pasan por algo
Eres lo mejor que me ha pasado en tan corto tiempo
Dejaste tu nombre grabado en mi pecho
Y lo decoraste como un mosaico de recuerdos
Por último...
Gracias por hacerme entender
Que aquel muchacho bueno que llegó a amar no ha muerto en mi ser