Yo florecía en su sombra y él huía de mis flores

luna pensativa

Hay árboles que solo se suelen abrir cuando el bosque está dormido.

Así el.

Así yo.

En los silencios compartidos florecen movimientos que nadie ve,

como flores que solo se atreven abrirse en la sombra, 

y yo, siempre dispuesta a todo,

recibo cada una de sus raíces, 

aunque no sepa si decidiera quedarse. 

Cuando llega el viento, cambia, 

las ramas que me ofrecían caricias, 

se esconden, 

las hojas que me murmuraban promesas, 

se callan, 

y yo me pierdo en la tranquilidad de los árboles, 

convirtiéndome en un eco, sin tener voz.

Intento ser la misma, 

una luz entre las ramas, 

pero él huye del sol, 

como si verme significara que se enfrente a sí mismo, 

como si amarme en voz alta fuera un crimen, 

un crimen que no desea cometer. 

Él murmura no saber, 

que jamás siente, 

que no entiende los nombres de estas emociones. 

Pero yo, 

soy un rio que no pregunta a donde fluir, 

soy la lluvia que cae sin ser necesitada, 

soy una raíz que se mantiene en un lugar, sin que haya un árbol. 

Y tal vez ese sea el problema, 

que estoy hecha para quedarme, 

y para estar ahí, 

incluso cuando él aparece con la luna, 

y se va antes del amanecer. 

  • Autor: mao (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de abril de 2025 a las 21:48
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 2
  • Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.