SOBRE LA FE DE LAS LLAMAS.

SOBRE LA FE DE LAS LLAMAS.

Y sin rubor en mi cara, yo iba besando su espalda
Con brillo de beso ardiente como sol que no se marcha.

Iba mordiendo las huellas en la arena de su alma
Su estela, era voz singular de cada renacer del alba.

Con esa voz tan febril, encantadora que no calla
Incandescente volaba sobre la fe de las llamas.

Iba siguiendo sus pasos, persiguiendo sus pisadas
El viento como diadema, el aire le coronaba.

Fruta madura, frescura de la ensenada
Rosa roja, fulgurante flor de la montaña.

Lirio blanco de mayo en la sabana
Fuente luminosa por las olas nacarada.

Caracola dibujada con espumas de la playa
Sortija que se quedó, en sus suaves dedos de plata.

Melodía nocturna, conciencia bajo la almohada
Ella apretada en mi pecho desde el corpiño a la falda.

Poderosa, asechadora; energía que no se apaga
Cuando las lluvias de tus amores van refrescando mis pampas.

Y este corazón majadero alcance la cima más alta 
O en la presa del río, reluzca la piedra en el agua.

Ella; mi tierna flor, pequeña colibrí, paloma cándida
Sonrisa que llegó a eclipsar esta preciosa mañana...