Atardeceres de verano

En las tardes pintas,
con los loros verdes,
con todas las risas,
en medio de aquella fresca brisa.

Efímeros son los momentos,
perfectos los atardeceres,
soñando con los venideros amaneceres,
apostando por más veranos.

El embrujo del calor,
las caras bañadas del rosado sol,
un momento de divina diversión,
la magia de verte reír sin compasión.

De una mañana con sazón,
de un recuerdo con calor,
soñando desde mi corazón,
sé de mi verano el color.

Con el fervor de esta estación,
con el ocio de la santa vacación,
con el latido de tu afable corazón,
otórgame de ti una hermosa visión.

Dándonos un colorido cielo,
regalándonos tan frío viento,
hallamos en el verano nuestro consuelo,
es nuestro imaginario secreto.

La cercanía,
la fantasía de una mutua sonrisa,
el deseo de un abrazo a escondidas,
el anhelo de ser sinceros, de no andar con prisas.

Un flirteo casual,
tu presencia angelical,
la sonrisita que me puede delatar,
ese verano imposible en el que junto a ti deseo estar.

Sol.