Estamos Cerrados

Estamos Cerrados

Cara dura,
no vayas por ahí,
con el siniestro de tus ojos
merodeando la melancolía de los míos.
Ya es tarde,
y cae, pesadamente, la cortina del atardecer,
colgando su letrero en el escaparate del ocaso:
"Estamos cerrados."

Cerrados como un verso vacío y mal logrado,
como un café callado, olvidado en la mesa,
como promesas que se vistieron de fiesta
y amanecieron con resaca un lunes,
sin flores, sin frases, sin excusas.

Ya no hay faroles que alumbren tus pasos,
ni vitrales que engalanen tu figura.
Las risas se rindieron,
y el telón no acepta más funciones improvisadas
de tu boca, mintiendo verdades a medias
y balbuceando excusas,
como un hábito harto de un vicio incurable.

Cara dura,
no actúes más esos gestos de nostalgia,
ni con el perfume podrido
de los abrazos mal actuados.

Hoy mis ojos no son refugio,
son aduana de recuerdos
que ya no dejan pasar tus melodramas,
ni tus dramas de memoria maquillada.

Así que sigue tu ruta…
con el descaro que siempre llevaste por bandera,
que aquí,
donde alguna vez fuiste bienvenida,
hasta el eco decidió quedarse en silencio,
sepultado en un ataúd de olvido,
sin epitafio… tu nombre.