Uno,
Uno.
Todo empieza
con un simple latido,
un eco que se dobla en el vacío.
Nada es simétrico al principio,
el universo se ensaya en su tambaleo,
germinando caos que florece en armonía.
Uno y uno hacen dos,
y el dos abraza al tres,
y el cinco nace en el cruce del viento
donde el oro se curva sin querer.
Oro: la proporción divina,
el espiral de conchas y galaxias,
de girasoles, tormentas,
y la mirada de quien ama sin medida.
Cada paso suma el anterior,
cada herida deja su lección,
y el alma, al contar sus ciclos,
descubre que el arte vive en la adición.
Creces no solo hacia adelante,
sino hacia atrás, hacia dentro,
como la rama que vuelve al tronco,
como el mar que recuerda al río.
Así se forma el destino:
en secuencia, en repeticiones sagradas,
donde todo parece azar…
pero nada está fuera de lugar.
-
Autor:
Shelby (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 20 de abril de 2025 a las 14:17
- Comentario del autor sobre el poema: Sigo con problemas de conexión, espero se solucione, una disculpa a quienes me han dejado cometarios, por no responder, en la brevedad posible lo hago para todos.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: ausencia de abril, Carlos Armijo Rosas...✒️, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, Tommy Duque, racsonando, Josué Gutiérrez Jaldin, Alexandra l, Santiago AlboHerna
Comentarios2
✅✅✅
buenas letras
Saludos poeta Shelby
Gracias estimado Dr. Saludos.
cada herida deja su lección"
indudablemnt ...
Y si, tal cual Santiago.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.