Te escribo a ti,
en esta madrugada,
desde las nubes.
El sol despierta
y yo también despierto,
con tus recuerdos.
Son un tesoro,
los ratos y momentos,
que compartimos.
Fueron un sueño
y sé que muchos de ellos,
una utopía.
Soñé contigo,
viviendo mil instantes
y fantasías.
Y nos amamos
y hablamos sin palabras,
como dos niños.
Yo fui feliz
corriendo tras tus pasos
y travesuras.
No sé, en tu caso,
(no te lo pregunté),
si fue lo mismo.
Pero el amor
estaba en tus pupilas
y así lo vi.
Tú me enseñaste
que amar es solo dar,
sin egoísmo.
Y recibí,
de ti, un beso con amor
y sin palabras.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/04/25
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Autor:
Pyck05 (
Offline)
- Publicado: 21 de abril de 2025 a las 03:37
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 0
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