Su legado trasciende más allá de lo convencional;
es humano, espiritual, místico, legendario, noble
Queda tatuado su mensaje en los confines del alma,
colofón intangible de las bondades de un corazón
Más allá de ser mi héroe, es el ejemplo sublime
de toda derivación del camino a seguir, sin rodeos,
vadeando solo las palabras que ofendan a su razón
Una pelota... una bicicleta desvencijada, sin claxon.
Quedan las inquietudes de un quizás en el tintero,
como si la vida fuera una película de nunca acabar
Quizás si el ánfora donde viene contenida la existencia
lo hubiera retenido un poco más en nuestra estancia,
él estuviera aquí, desenvolviendo el rollo de esta cinta
fílmica que con su aporte le dio animación a este paisaje
que nos legó, paradigma esencial en el camino a seguir
Una hamaca... un horno de ladrillos en medio del solar
La vida es menos real de lo que la podamos dimensionar
y contiene aspectos juguetones en el intrínseco devenir
del rodaje de su cinta fílmica, parodiando los aconteceres
de una existencia que a veces nos coloca el lado amable
en el camino... poniendo al precursor de nuestro destino,
al frente de una empresa difícil pero conveniente y veraz,
llevada en sus hombros con un acierto fidedigno y capaz
Una herradura... una camisa blanca colgada en el perchero
Jamás olvidaré ese rostro adusto mostrándome el camino,
la lejía indomable de su carácter noble, sin tachaduras...
el gravamen humano, impostado en la enseñanza continua
de un ejemplo níveo, sustentado con la envergadura sublime
de los limites impuestos por la decencia y el ademán afectuoso,
casi imperceptible, de lo que se presiente sin haber ocurrido
Una clínica... el ulular de una ambulancia en la calle solitaria
Mi héroe ahora yace bajo la sombra de un ciprés...
su barca encalló en las arenas de una playa lejana
Ya no hay ladrillos en el horno, en el medio del solar,
la herradura de su vida cabalga con rumbo infinito
Ya no escucho su voz querida, llamándome por mi nombre
y en el dintel de su ventana quedan los añicos de su risa
Mi héroe se fue sin querer, apenas en el alba de mi vida
Un funeral... los sueños rotos de un niño sin abrigo
Adiós papá...
quizás algún día nos volvamos a ver.
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Autor:
Antonio_cuello (
Offline)
- Publicado: 21 de abril de 2025 a las 11:56
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 6
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