I
Despierto con tu aroma a madera recién cortada,
el bosque de mis noches por tu fuego iluminada.
Tu piel es vino derramado en página sin palabras,
donde escribo con lunas nuestra historia no grabada.
II
Eres jardín en mis manos, flor que rompe el invierno
con pétalos de luz que desobedecen al tiempo.
Nuestro amor es semilla que el reloj no domestica.
III
Somos el café compartido de quienes se aman,
el mapa de sábanas arrugadas que narra
la fuga de dos cuerpos hacia el mismo norte,
donde el viento guarda los nombres que no pronuncia.
IV
Tu vientre – calendario
donde mis labios leen equinoccios de sangre.
Mareas de tu amor,
campana de bronce que en mi costado late.
Dunia de los Ángeles,
lluvias que no mojaron tu ausencia, ¡escúchame!
V
Ahora somos río que se bebe,
pan de estrellas mordidas en la nieve.
Silencio que teje nidos de voz,
libro de alfileres sobre piel de amor,
ángeles que tejen luz al amanecer.
VI
Nuestra historia es piel de ciervo y tinta de luna llena,
amor que venció al tiempo y al olvido rompió su cadena.
-
Autor:
Edgardo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 22 de abril de 2025 a las 00:02
- Categoría: Amor
- Lecturas: 1
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.