Coliseo Poético
¿Y qué si mi poesía es mala o buena?
Que lo juzgue el moho en las estanterías,
o el polvo en los anaqueles de la indiferencia,
cuando ya no quede ni el ego de mi arrogancia
ni un lector dispuesto a aplaudir mi impertinencia.
Yo no vine a escribir con métrica de reyes,
ni a mendigar laureles de concursos insípidos.
Mis versos nacen del asfalto caliente,
de un corazón que aprendió a rimar, entre el smog citadino,
y la espera del pago quincenal.
Que venga el tiempo con su toga de olvido,
que revise mis estrofas como pruebas de delito.
Yo firmo cada línea con sangre o con saliva,
como un bardo callejero
que se burla de los cánones…
y se ríe en verso, aunque lo condenen en prosa.
Porque si he de caer,
que sea por escribir sin cadenas,
por escupir una verdad disfrazada de poema,
y no por agradar a los puristas
que recitan con voz de consagrados.
Yo dejo mis letras aquí,
como arañazos en las paredes del alma:
desafiantes, torcidas,
pero mías.
Tan mías
como este orgullo de poeta sin escuela,
...sin miedo a los juicios de críticos sin visión,
con el pulgar hacia abajo,
como se sentencia en la arena sin clemencia,
y se ejecuta al gladiador… por insolencia.
-
Autor:
William26š«¶ (
Offline)
- Publicado: 23 de abril de 2025 a las 00:18
- CategorĆa: Reflexión
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. RegĆstrate aquĆ o si ya estĆ”s registrad@, logueate aquĆ.