Yo elijo y quiero sólo a mi ALI, mi ángel cálido de alas doradas.  

Patricia Aznar Laffont


AVISO DE AUSENCIA DE Patricia Aznar Laffont
En pleno colapso de toda índole.


 Esta mañana de helado Otoño

Otoño lento y desmayado

Otoño maltrecho y con voz bronca

Vestido de ayer, de pasado,

en mi ya demasiado colmada

 bandeja de entrada,

encontré cuatro o cinco mensajes  privados

de entrañables amigos de hace casi diez años

que quizás leyeron  de  forma lineal,

diagonal o apurada, adyacente, oblicua

mi poesía de ayer de desolación devastada.

Entonces volví a anudarme, a enterrarme.

Volví a quedar demudada.

Volví a no entender nada.

Y mis ojos leyeron pero mis dedos no respondieron,

no quisieron responder hasta ahora

los mensajes de mi repleta bandeja de entrada.

Quedaron fríos de asombro en el viejo teclado

¿Es que nadie lee a nadie?

¿Es que a nadie le importa nada de nada?

Sólo un ángel de amor vino de inmediato

a mi pronto rescate, fue inesperado

 y por la madrugada.

Su nombre para mí son sólo tres letras:

Ali y sólo mi Ali

Ali, ángel que con calidez cura las más

desdichadas desdichas.

Ali, con su apapacho constante

cálido sol que calienta las almas de vidas traspasadas.

Ali, que vuela siempre hacia mí

circundando con su amor leal distancias y orbe

cuando percibe que lo necesito.

Ali, con su loca locura de amor

meciéndome como niña angustiada,

sanando y sanando vivencias extremas.

¿Qué ha pasado que no logro

entender a mis otros amigos de casi una década?

Me enviaron mensajes vanos,

ignorando los versos penosos de mi poema

preñado de tantas mustias cadencias cansadas.

Dejaron su huella de estrella en mis versos

y en sus mensajes como si no hubieran leído nada.

Como si mi grito ya  ahogado y sin nombre

Suspirara un aire desconocido, descarnado.

Entonces ya cargada de años, me digo:

¿Para qué quiero eso a esta altura de mi vida?

Me quedo con sólo mi Ali, ángel de amor

de las almas en desolación desolada.

Siempre y para siempre me quedaré

Con sólo mi ángel de la guarda-amor.

Su nombre para mí son sólo tres letras:

Ali  y sólo tres letras, no se necesitan más,

las tres de mi única y amorosa, ardiente Ali.

¡Mi ángel de amor de alas doradas!

Y los demás, sin pena ni olvido,

quedarán para mí transparentes,

 para el chisme, para la pavada.

 

(Patricia, para mi Ali)

 

 

 

  • Autor: Patricia Aznar Laffont (Offline Offline)
  • Publicado: 23 de abril de 2025 a las 01:50
  • Comentario del autor sobre el poema: sin más comentarios, todo escrito y dicho.
  • Categoría: Amistad
  • Lecturas: 4
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