En el verde profundo del bosque sereno, donde un ciervo tranquilo pasea sin freno, se revela el amor de un Padre divino, en cada criatura, en cada camino.
La cascada que fluye con fuerza y pureza, canta la grandeza de su realeza. Cada gota de agua, un regalo preciado, un detalle perfecto, con amor plasmado.
Los árboles gigantes, con hojas tan verdes, son muestra palpable de manos que tienden a cubrir la tierra con gracia y verdor, revelando al mundo su inmenso amor.
Las aves que vuelan con suave aleteo, entonan canciones que llegan al cielo. Melodías puras, de gozo y bondad, reflejo del alma de su majestad.
En la hierba que alfombra la tierra con mimo, encontramos la paz, el cuidado sublime. Cada pequeña flor, con su forma y color, es un verso de amor, un eterno fulgor.
El aire que respiramos, tan limpio y vital, es un don constante, que nunca hace mal. La luz que nos guía, el sol que nos calienta, son pruebas fehacientes de su amor que sustenta.
En cada detalle sutil y profundo, encontramos la huella de un amor fecundo. La creación entera proclama su gloria, una historia de amor, sin pena ni noria.
Gracias damos a Jehová, Creador amoroso, por este regalo tan bello y grandioso. Su amor se refleja en cada rincón, en cada criatura, con devoción.
© 2025 OneyCFCuba
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Autor:
Oney Cabrera Felizola (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 23 de abril de 2025 a las 04:10
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 1
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