AMOR ENCLAUSTRADO

Nos amamos con furia, con gala y con saña,

como el fuego que besa la entraña del leño,

y en aras de un éxtasis torpe y risueño,

hicimos del pecho su cárcel y su hazaña.

Bramamos promesas con verbo encendido,

juramos un siempre sin mapa ni suelo,

tan alto volamos, que al borde del cielo

olvidamos el arte sutil del olvido.

Ahora somos mármoles, plomos gemelos,

dos náufragos finos de un mismo naufragio,

atados al timbre letal del presagio,

cautivos del pecho que un día fue cielos.

Soltarnos… blasfemia de labios cobardes,

si en cada suspiro tallamos cadenas,

el alma vestida de flores ajenas

prefiere los nudos a amores bastardes.

Y gozo en tu furia, y gozo en tu espanto,

te extraño con todos los versos que invento,

te amo en secreto, con fiel fingimiento,

a la vez que bebo de tus labios que sirves con canto.

Loado el naufragio que juntos juramos,

con joyas de sombra bordamos la pena,

y así, como mártires de una cadena,

morimos de pie... pero nunca escapamos.