De regreso...
Por ratos.
Juegan mis pupilas.
Se elevan, ligeras danzan.
Surcando el cielo nocturno
y escarchado.
Mientras el viento
se lleva cada pensamiento
que silente te dedico.
Y es que...
¿Cómo no hacerlo?
¿Cómo fingir lo que el corazón
grita en silencio?
¿Cómo privar al alma del amor?
¡¿Cómo?! Si no quiero.
Han sido gozosos
los días de andanzas solitarias.
(Y aún lo son)
(Y no me desagrada)
Sin embargo,
sé que no quiero irme de aquí
sin verte venir,
sin pronunciar tu bendito nombre,
sin disfrutar de tu compañía.
Es preciso que aflore la centinela
que hay en mí y que está
dispuesta a todo,
por el milagro de estar a tu lado.
Porque nunca se sabe y,
ya basta de estar adormecida,
de pensar en el pasado.
De sabotear cada oportunidad
por miedos infundados.
No, no siempre lloverá.
No todo siempre dolerá.
No, no notaríamos la luz sin la oscuridad.
No, nada es para siempre.
Por eso, te llamo,
te invoco,
con la fuerza que hay en éste corazón.
Arrojo desde aquí mis sueños,
ansiando que coincidan con los tuyos.
Mis besos, queriendo llegar al destino de tus labios.
En tanto haya aliento en éste cuerpo
y en ésta alma amor, el amor que para ti nació.
Diana Janeth Reyes Diaz.
(Diana Reydz)
23/04/25
Todos los derechos reservados ©️
-
Autor:
Diana Reydz (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 24 de abril de 2025 a las 01:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Poesía Herética, Carlos Armijo Rosas...✒️
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.