Senda arriba, tras la baldía loma, cruzando por el desolado aprisco yace al pie de la mustia hierba; el matadero.
Esa vasta mazmorra cargada de muerte y desesperación guarda entre sus muros la agonía de generaciones.
Sus paredes teñidas con la sangre de los silvestres consumen la sanidad de los recién llegados, destinados pronto a perecer a causa de asesinato.
Los inservibles son enviados a estercolar la tierra, aún siendo devorados por su enjambre de caníbales, oriundos de el estiercol mismo
En sus ojos, reflejos de campos verdes nunca pisados, de cielos azules jamás vistos, la libertad perdida en un suspiro.
Cada bramido y balido ahogado en el aire denso, una súplica muda a oídos sordos.
Los cuchillos, afilados como la crueldad misma, ejecutan sin piedad, segando vidas con precisión mecánica.
El silencio final se cierne sobre ellos, un manto de sombra que oculta su sufrimiento, ignorado por quienes no quieren ver.
En la noche, el viento lleva sus lamentos, sus historias no contadas, sus sueños no vividos, a aquellos que aún tienen corazón para escuchar.
En las entrañas de los párvulos rumiantes se engendra una pesadumbre lacerante que les acribilla el alma al presenciar cada insignificante e impoluta muerte de esta factoria de matanzas.
Luego de ser faenados por indolentes e impúdicas manos, es un frigorífico su paradero, repleto de más difuntos que han consumado la misma condena.
Toda una mísera vida, indignada, de quien es y está destinado a ser alimento envenenado de amargura y tribulación.
Si tan solo una pizca de empatía brotase en el corazón de quienes engullen con placer el producto de la muerte por negocio ¿sería posible convivir con el ser que de tu misma naturaleza es? es el pensamiento que pasaba por mi mente mientras una hoja de metal afilada amputaba mi cabeza con rapidez...
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Autor:
Ian Tejeda (
Offline)
- Publicado: 24 de abril de 2025 a las 04:22
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR
Comentarios1
Gracias Ian, los mataderos son lugares horribles.
Saludos cordiales.
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