Aprendí a leer tus labios
con tus apuntes de braille
y aquellos consejos sabios
que me diste en aquel baile.
Cuando encendieron las luces
se nos cayó el tenderete,
y ahí comencé el destete,
dejé de gatear y anduve.
A veces me di de bruces
con el dios del desconsuelo
al caerme de una nube
de la que pendía tu risa,
y sin más ropa que el suelo
me levanté de esta guisa,
con mocos y sin pañuelo.
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Autor:
Franjablanca (
Offline)
- Publicado: 25 de abril de 2025 a las 07:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Antonio Miguel Reyes, EmilianoDR, JAGC, Pilar Luna, 🌼⚘María García Manero ⚘🌼, Candor, pasaba
Comentarios3
La sabiduría y la belleza alumbran tus estrofas.
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias, amigo. Un saludo afectuoso.
Muy buen aprendizaje has tenido poeta Franjablanca.
Saludos y gracias por tus letras.
Gracias a ti por el comentario, Emilio.
No pude evitar sonreír al final del poema..., eso también se agradece.
Feliz fin de semana.
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