la oscuridad de las letras.

No ha de ver la luz mis ojos

entre tanta oscuridad,

ni por mucho que los abra

que han de ser en mi, palabras

esa fosa sepulcral

y en condena, ciego y sordo.

Han de ser rayos de luz

como destellos en noche,

la cura de mis tormentos

que ni escribiendo mis versos,

hay motivo que me honre

o libre, mi esclavitud.

He de ser poeta bueno

cuando tantos ya lo fueron,

que escribiendo me maldigo

a escribir, siendo sabido

que el poeta debe hacerlo

o se muere, consumido.

Han de ser mi inspiración

esa causa, ese motivo

que me quite mi condena,

si mi alma ha querido

creer, que haciendo poemas

encuentra la salvación.

No se en verdad que será

ni si estoy en lucha cierta,

ni si quiera, que vencido

son suficientes motivos

de luchar, porque mis letras

sean luz de oscuridad.

Y cedo mis manos, mis ojos

y mi alma a este arte

aún pensando si es bastante

la razón, la forma o el modo

que ni escribiendo, lo noto

o que muera entre mis frases.

Hoy lo sé, lo reconozco

la poesía vive en mi

entre tanta oscuridad,

es la luz para mis ojos

es mi forma de brillar

y es, lo que me hace sentir.

No han de ver la luz mis ojos

en la noche mas oscura,

han de ser la luz que alumbra

y mis manos, son la cura

del tormento que soporto

de mis letras en penumbra.