Mujer de rostro difuso
no consigo atisbar
en tu mirar confuso
el anhelo a solazar.
Yo no te pido nada
que tú no puedas dar
tan solo una mirada
que me pueda enamorar.
Suena en la noche
un aleteo fugaz
la paloma de mi vida
vuelve con su amor pertinaz.
Blanca y poderosa
llena mi vida de amor
paloma en la prosa
humana en el ardor.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.