Cuando la tarde consumió tras una lenta agonía
hasta el último aliento de luz y apareció la noche
con su manto acogedor
has llegado tú
Cuando estas inquietas manos, abejas de mis sueños,
retiran pausadas la ropa que hoy me abrigó
y acompañó sumisa
vienes a ayudarme tú
Cuando ya los pies cansados de sostener y guiar
el velamen de mi cuerpo en el mar humano del encuentro
proponen entregarlo al descanso
vienes a acostarme tú
Cuando las llaves del silencio, agotado el día,
recogen y guardan con celo la multitud de voces
habitadas durante el día en la gruta del olvido
permaneces alerta tú
cuando yo estoy así, despoblado del color,
ausente y vacío temporalmente de vida
escondido en lo más hondo de la noche...
en mis sueños apareces tú
Cuando llega el nuevo día
con los nudillos golpeas mi puerta tú
y susurras en mi oído:
-Despierta, hijo mío –mientras besas mi mejilla.
Y en tus ojos resucito y entre ellos, madre, aún camino.
- Autor: ARIOSTO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de junio de 2009 a las 17:32
- Categoría: Amor
- Lecturas: 66
Comentarios5
Sencillamente maravilloso.
Hoy al leer este la emoción me embraga
y es que como madre me veo reflejada en él
y como amiga, me uno a este hermoso homenaje a tu progenitora,
poeta eres grande, muy grande.
Felicitaciones poeta,
un lujazo poder leerte amigo del alma.
Un besazo
Carmen
Hay las madres,quien nos puede querer mas que una madre,,,muy sentido tu poema,,amigo, saludos
Ay ke bonito!!!!!!!
Una madre.... yo adoro a la mia y no sabria ke hacer sin ella..
Me encanto...
Te mando un SUPER ABACHO DE OSO DE CHUPER VICKY!!!
COon mucho cariñito...
La Poeta Negra.
Amigo mío, me llegaste a alma. Te felicito y me felicito por conseguirlo.
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