No puedo ser marino, no puedo lanzarme a la mar y dejar un amor en tierra firme.
No pudiera hacer un amor en cada puerto y verla solo cuando las estrellas o el sol del amanecer me hagan atracar en sus brazos nuevamente.
No pudiera estar meses en el mar que acompañado de diferentes especies y lleno de vida, inspira y genera tanta soledad.
Puedo equivocarme una y otra vez y saber que no es mi origen la dirección que he tomado, puedo rectificar y hacer otro oficio, puedo lanzarme a la mar, pero solo si voy contigo.
De la soledad y brisas de sal, solo existe tiempo para pensar, existe tiempo de arrepentirse, de llorar, de reclamarnos y reprocharnos cuanto fallamos por minuto.
Fui marino, fui cobarde, no supe quedarme en tu puerto, en nuestro puerto, salí a buscar una corriente distinta que hoy día me trajo a ti nuevamente y supe que no sirvo para ser marino.
No puedo ser marino, en cada viaje te extraño, en cada partida o intento de hacerlo ya estoy de regreso.
No puedo ser marino, no puedo estar solo, no puedo quedarme pensando en las estrellas sin ver dibujadas en ellas tus caderas y sonrisa de mujer de tierra firme.
No quiero ser marino, solo quiero ver los barcos pasar desde nuestro puerto seguro,
desde nuestra ventana.
Donde el sol nos saluda y nos regala el arco iris junto a tu bella sonrisa y desnudes de la mañana.
- Autor: Loel Henríquez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de noviembre de 2010 a las 16:51
- Comentario del autor sobre el poema: de mis dedos
- Categoría: Amor
- Lecturas: 98
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